Llegamos al final de un viaje que parecía largo
pero al final se ha hecho más corto de lo esperado.
Al principio, navegué unos días a la deriva. Nuevos conceptos, nuevas tecnologías, aplicaciones y formas de comunicarme con otra gente muy diferentes.
Después, parece que encontré mi rumbo. Poco a poco y a base de práctica entendí el funcionamiento del curso e intenté hacerlo todo lo mejor posible, aunque no siempre fue así.
Ahora ya he llegado a mi destino: conocer el TDAH y saber cómo actuar delante de casos de alumnos con TDAH.
En resumen: ha sido un viaje lleno de aventuras, con días de mala mar pero con días soleados y con la mar en calma.
Solo me falta agradecer a Pilar, la capitana de nuestro barco, su paciencia y dedicación durante todo el viaje.
¡¡¡Hasta pronto!!!
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